23 may 2011

No nos vamos.

Quiero llorar bajito. Bueno, qué bajito ni qué cojones leches. Quiero llorar como una niña de tres años, con moco colgando y gritos y todo.

Las gaviotas sobrevuelan toda España. Dicho así suena hasta bonito, pero es que de bonito tiene poco. Vamos, cuando privaticen hasta los chicles que pisáis por el suelo ya me contaréis.
Y tienes que aguantar comentarios como: "Claro, es normal que votes a la izquierda, como eres joven..." Esos tres puntos suspensivos los ha dejado muy al aire, como si el "y no sabes nada de la vida" no se atreviera a decirlo. Como si yo cuando sea abuela y esté haciendo calcetines para mis nietos vaya a ser facha. Tócate las bowlings.
Luego están los del "Pues qué remedio, yo voto al PSOE... porque el PP no me gusta y votar a los minoritarios es tontería, es tirar el voto a la basura". Pues si a los minoritarios les votan cuatro gatos sí, es un poco tirar el sobre por el retrete, pero si todo el mundo piensa como tú, apaga y vámonos. ¡Viva el bipartidismo, yo contribuyo! ¿No será mejor para todos votar al que más nos guste y al que mejor nos represente?

Por cosas como esa estas elecciones han salido mal, pero eso no es motivo para quedarse tirado en el sofá. Que con un poco de esfuerzo las generales saldrán mejor. Tendremos que salir a la calle a reivindicar nuestros derechos y a difundir este movimiento que se ha creado en tan poco tiempo, pero que se ha hecho muy grande. Hay que concienciar a la gente de que hay que hacer algo si queremos un cambio, y hay que hacerlo ya. Ahora, todos juntos. Porque a mí que no me digan que me quedé en casa viendo la vida pasar. Como si me caigo por las escaleras, yo voy con la pierna escayolada y toda la pesca. Y esta batallita se la contaremos dentro de un tiempo a nuestros hijos y nietos. Que yo no hice la mili, pero mirad la que montamos allá por mayo de 2011... (porque el "allá por..." suena como muy lejos, pero es que yo no pienso tener hijos en un futuro próximo). Y venid, venid, que tengo aquí los tuits guardados en un .pdf... Y así.


Así que venga, todo el mundo a la calle. Pero poneos la chaqueta, que todavía refresca y os vais a resfriar.


Eso sí, gritad todo lo que queráis.






2 may 2011

Para blanda, yo.

Qué bonito es todo.

Esta semana ha sido bastante estresante, pero el viernes me dije: "hoy te relajas o te da un chungo, amiga".
Y tanta relajación creo que no es buena. Vamos, como que no he hecho absolutamente nada este fin de semana largo. Que si un poco de sofá por aquí, un libro por allá y te encuentras haciendo un repaso mental del día y dándote cuenta de que ha sido totalmente improductivo. Pero qué gusto, señores.
Pero eso, como todo, tiene sus inconveniencias. En mi caso, el no hacer nada aumenta considerablemente mi sensibilidad. Y si a eso le sumamos el ambiente primaveral y que mi amiga roja decide hacerme su visita mensual sin llamar al timbre, pues apaga y vámonos. En resumen, que he estado todo el fin de semana abrazada a un cojín y con unos lagrimones del tamaño de la Casa Real.

Lo que más pena me ha dado ha sido lo del curso. Este verano tenía previsto ir a Londres a hacer un curso. Que costaba un pastón y medio, pero era un mes y una oportunidad incrédibol. Y la semana pasada había intentado reservarlo por interné sin resultado alguno, por no sé qué de la tarjeta. Y me dije: "bueno, pues arreglas lo de la tarjeta y la semana que viene sin falta lo reservas". Y ahí estaba yo, el sábado por la tarde entrando en la página a reservar. Haz click en el curso, bien. Pero espera, ¿y la opción de reservar? ¿Cómo que Fully Booked? Se me quedaron los ojos como platos, y la boca como al cangrejo de la Sirenita. Cuando después de un minuto asimilé que el curso se me había ido por el retrete, automáticamente se me puso cara de pena y empezó el drama lacrimógeno. Y a ver qué iba a hacer yo sin el curso, con las ganas que tenía de ir. Y por qué no lo habría reservado antes, si es que eres tonta (cabezazo contra la mesa), tonta (cabezazo contra la mesa), tonta (cabezazo contra la mesa).
Después de estar así un rato, me sorbí los mocos, me sequé los ojos con las mangas y me puse a buscar más cursos. Porque yo a Londres me iba sí o sí. Vamos, con las ganas que tenía. Así que buscando encontré otros tres cursos, de una semanita cada uno. Y allí que me voy, eso no me lo quita nadie. Que yo por mis cursos ma-to.

Entre que eso me dejó de bajona, una cosa por aquí y otra por allá, pues me encontré con un estado anímico un tanto blandengue. Luego ya si me presiona la gente para que escriba cosas, pues me sale la vena amorosa y empalago a todo el que me toque. Que cualquier día me dan una colleja así, sin avisar. Por plasta.

Y con tanto amor en el cuerpo me dieron ganas de arreglarme y salir un poco, así que el domingo me puse mi vestido prefe. Que es muy arreglado para ir a tomar unas cañas por la mañana, sí, pero a mí que me preguntaran, que yo tenía respuestas para todos. ¿Eres creyente? Pues mira, es que hoy beatifican al papa y tiene una que ponerse mona para la ocasión. ¿Eres ateo? Pues me lo he puesto porque sí, si quieres te lo explico mientras pinchamos algo en una terracita. Y así.

La foto está hecha después de salir, así que no pretendáis un planchado de tintorería.

Y claro, yo después de los llantos me vuelvo blandita y con ganas de abrazar hasta a los vasos. Bueno, eso de abrazar a los vasos creo que lo tengo siempre, sobre todo si hay bebida dentro. Así que esa tarde Yaiza se aprovechó de mí y me pidió un relato que le había prometido hacía ya una semana. Y luego me dediqué a dar amor a diestro y siniestro. 

Creo que a veces lo de estar pastelosa se me nota demasiado al hablar conmigo, tengo que ir a cursos para disimular o algo, porque luego me acribillan a cosas bonitas y me ahogo en babas.  

14 abr 2011

Viva la República independiente de tu casa.

Que digo yo que habrá que celebrar que tal día como hoy hace 80 años eran más listos que nosotros. Pusieron al rey Alfonso de patitas en la calle, ahí es ná.

Porque aquí unos servidores españoles seguimos manteniendo a Juan Charlie y su familia real mientras ellos se pasan el día comiendo en bandeja de oro y limándose las uñas. Que no parece que don Felipito se vaya a poner a hacer algo a estas alturas de la vida, hay cosas más relevantes, ¡que tiene que sonarle los mocos a Leonor, hombre! Ah, que esto también se lo hac...bueno, algo importante tiene que hacer, fijo.

Así que para que vayáis centrándoos en lo que hay que resucitar en este país, a cantar la cancioncita. Que ya está bien de tanta tontería, ¡a por la Tercera República!

10 abr 2011

De quejas y un pelmazo al que aguantar.

Pues yo tengo cosas que hacer, pero prefiero sentarme en el sofá a escribir mientras me como un cuencazo de fresas con nata. Y yo vengo a quejarme así un poco de todo.

Lo primero, del asfixiantérrimo calor primaveril de estos últimos días. Señor del tiempo, haga el favor de ir poco a poco. Que a mí me cuesta acostumbrarme, y si un día salgo con bufanda, guantes, y tres pares de leotardos, al día siguiente no puedo ir con vestidillo de gasa. Un poquito de por favor.

Mi segunda queja, la gente que dice a todo que sí. ¿Por qué? ¿No tenéis opinión? Hombreya, que hay que pelear un poco, que si no la vida es un tostón.

Y es que yo me he dado cuenta de que no he contado nada acerca de la relación abierta que mantengo con un ser, llamémosle Pelmazo. Cuando hablo de relación abierta me refiero a por mi parte, por la suya no es tan abierta, es más cerrada que un búnker. Pero es que a mí el concepto "novio" o "pareja" me da así como un poco de repelús, así que yo ya le he dicho que si quiere referirse a mí delante de sus amigos como su "novia", no lo haga en mi presencia. Tampoco soy tan cruel, ¿no?

En contra de lo que pueda parecer por el mote que le he puesto, me lo paso bien con él. Me hace reír, me lleva a sitios bonitos y me deja su chaqueta cuando tengo frío. Pero es que es un buenazo, porque me dice a todo que sí y es que yo necesito a alguien con quien discutir a veces. Que me diga que hoy vamos a tal sitio porque a él le apetece y yo tenga que enfadarme porque quiero ir a otro. Pues nada, que no hay manera. Que en cuanto digo "podríam..." él ya está diciendo "¡vamos!". Y cansa.

Y es que además el muchacho está un poco chapado a la antigua, véase me lo paga absolutamente todo: las cenas, la entrada del cine, las palomitas, la coca cola (estoy segura de que si pido diez raciones de nachos con queso también me las paga), las copas, los helados, los bocadillos cuando me entra el hambre y me planto en mitad de la calle diciendo que sin comer no puedo dar un paso más... Además me lleva de un lado a otro, que creo que ha gastado más en gasofla en el tiempo que lleva conmigo que en el resto de su vida.

Ahí es cuando discuto. Porque vamos a ver, YO, una mujer del siglo XXI, permitiendo que un hombre me pague hasta el aire que respiro, pues no. Enconces yo me enfado y montamos el numerito en mitad de la calle, o en mitad del bar, o en mitad del restaurante.
Algo parecido a esto:

Pati y Pelmazo en la calle. Un calor que se derretían hasta los perros.

-Pelm, vamos a por un helado, que me achicharro y me apetece uno. De heladeríarica, que están más buenos.
-Claro que sí. (¿Cómo iba a decirme él que no...?)
-Póngame uno de cheesecake, por favor.
-A mí uno de dulce de leche. (Siempre pide helados empalagosos que me hacen replantearme con quién estoy saliendo.)
-Pago yo eh Pelm, no me hagas lo de siempre.
-Sí bueno, no te lo crees ni tú. ¿Entonces para qué estoy yo?
-... No empecemos. Pago yo y punto.
-Pati, ni de coña. Si yo tengo la cartera más a mano, tú tienes que rebuscar en tu bolsodeMaryPoppins.

Nos podemos pasar horas así.

Esa vez entregamos el dinero los dos a la vez. Y la heladera cogió el suyo, diciendo "lo siento, es que yo soy tradicional". Mecagoenlaputa. Iba a tirarle el helado por encima, pero me pareció poco educado.

Y es que cuando le digo "no" a algo, ni se inmuta. Dice "no pasa nada" y sonríe. O es que está enamorado hasta las trancas o es más tonto que hacerlo de encargo. Porque nos vemos poquito, pero siempre que nos vemos es porque yo puedo. Él no tiene nunca nada que hacer, siempre está disponible para mí. ¡¿Eso es normal?!

Todavía estoy esperando que un día me diga que no puede verme porque tiene cosas que hacer.

2 abr 2011

Cambio horario y desvaríos

Yo vengo otra vez a hablar de Carma. Bueno, de Carma y de cómo salir hasta las ocho y media de la mañana sin tener ni un pelo de sueño. Porque sí, yo creía que era imposible, pero señores, ¡se puede!

La noche empezó con un concierto con Carma y Chicalista. Al acabar, Chicalista nos hizo esperar en la puerta trasera a ver si salía el cantante. Porque ella cumple, y cuando es fan, es fan. Picando a la puerta y poniendo la oreja durante media hora. Y mientras tanto, Carma y yo acordándonos de toda su familia de brazos cruzados.

Y luego fuimos de bares. Y el cambio de hora da lugar a conversaciones como ésta:

Pati: Hoy cambian la hora, así que son las 4, no las 3.
Carma: Ah pero es que yo no toco el reloj, que así para la próxima ya lo tengo cambiao.

Carma (mirando el móvil): ¿Y ésto qué es? ¿Por qué pone las 5:30?
Pati: ¿...? Porque son las 5:30.
Carma: ¿Pero hora nueva u hora vieja?
Pati: Hora nueva.
Carma: Ah, ¿que se cambia sola la blackberry? Pues qué lista, ¿no?

Pobre, la tecnología y ella nunca se han llevado bien.

Después fuimos a bailar. Y qué bailes, señores, ¡qué bailes! Chicalista nos enseñó uno nuevo. Y ya nos podían mirar todo lo raro que quisieran, que nosotras lo dábamos todo.
Cuando dijimos "venga, vámonos que mañana no nos levantan ni con grúa" eran las 8. Pero es que a la vuelta nos encontramos con Gafapasta, el novio de Chicalista.
Éstos dos son tal para cual. Ella, gafapasta alternativa con espíritu perroflauta, es una enciclopedia con patas. "¿Quién fue aquel que dio el discurso de 1638 en..." "Pregúntale a Chicalista, fijo que lo sabe". Él igual, pero sin gafas. Algún día se nos meten a escribir enciclopedias y no les volvemos a ver el pelo.

Acabamos de charleteo en el portal de la antigua casa de Carma. Para que os hagáis una idea, en ese portal cabe un estadio de fútbol. Y así apretaditos, dos.
Y terminamos hablando de que a ella le habían ofrecido farlopa.

Gafapasta: ¿Y consumiste?
Carma: ¿Que si me consumí?
Gafapasta: Que si consumiste.
Pati: Que si consumaste.

Y todo así. Yo creo que era el sueño, pero igual es el trastorno que dicen que tenemos cuando nos juntamos. A mí ya me da igual, lo que pasa es que a esas horas o estamos ya recuperados desayunando churros, o nos apoyamos en algo para no caernos y mantenemos conversaciones balbuceando que fingimos entender.
Porque el término medio de estar vivo pero agilipollao no vale, que hay que explicarlo todo porque siempre hay alguien que no se entera. Suele ser Carma.

Gafapasta: Chapar. Que aparte de estudiar es... "eso" entre hombres... (Al pobre le cuesta explicar las cosas sexuales con claridad)
Carma: ... (Ella tampoco ayuda)
Pati: Dar por culo.

(Iba a hacer alusión a Rajoy y sus intenciones a partir de mayo de 2012, pero lo de iniciar una conversación sobre política a las 8 de la mañana cuando yo lo único que quería era dormir no me pareció una buena idea.)

Al final creo que se enteró. Aunque no lo sé seguro, porque la chica es de distracción fácil. Empaná, vamos.

Luego ya nos fuimos a dormir. Que falta nos hacía.

Y vaya post más largo, si alguien ha llegado hasta aquí que me de su dirección, que le mando un cinco jotas.

26 mar 2011

Sin ser yo nada de eso. O sí. I

Yo vengo a hablar de tías. Porque después de haber visto unas cuantas películas lesbianizantes, mi sexualidad se ha vuelto muy turbia.


Y sí, señores, una de esas películas es Cisne Negro. No me extraña que le hayan dado el Oscar a la Portman, porque a mí es que me temblaban las patas. Y las manos. Y todo. Porque vaya artistaza que está hecha la chica, en ésta y todas sus películas. Yo es que me la llevaba al huert...eso, que olé por Natalie Portman.



Siguiente en el ranking de tías a las que me tiraría: Julianne Moore
Yo es que a esta mujer le daba vuelta y media. Que no sé qué tengo con las pelirrojas de piel blanca, pero es que mi Juli se lleva la palma. Y me preguntaréis, ¿te gustaba de (más) joven? Pues no, ya sé que todo el mundo dice que estaba más guapa, pero es que a mí me gusta ahora. Y punto.



Sara Grünewald. A mí esta chica me pone... que toco pan y lo chamusco. Llamadme loca. Y es que además de la foto os voy a poner el vídeo, que si no os convierte al bollerismo, nada lo hará.



Courtney Cox. Yo, ante todo, fan de Friends. Me parece la mejor serie del mundo, de esas que guardas siempre en la estantería y de vez en cuando la sacas y te la ves entera. Y aún sabiéndome los diálogos casi de memoria, me sigo riendo como una descosía. Y es que en Friends Court está mona, pero como es tan... Mónica, soy incapaz de concebirla en el sentido sexual. Pero en su serie Dirt, está de toma pan y moja. Y en los estrenos de las pelis también. Y paseando al perro. Y... y todo.


Y hasta aquí mi sesión de bollerismo de hoy. Me quedan unas cuantas, no os creáis... Otro día haré la segunda parte. 



21 mar 2011

Bailando y otras cosas con lobos

Yo vengo a hablar de fiesta. Para los gafapastas, tiempo de ocio. Vamos, salir de marcha. Y me han dicho ( Blog Carnival Freak, de worm ) que me cogiera a tres histórical cáracters para irme por ahí a mangarla.

Tenían que ser un científico o pensador, un líder político y un revolucionario. Pues yo ya me he pedido a los míos: Sigmund Freud, Vladimir Lenin y Ernesto Guevara.



El primero, este señor.
AUSTRIA FREUD ANNIVERSARY

Con Freud me iría a bailar como si no hubiera mañana a discutir. Que a mí las discusiones con gritos y caras rojas-moradas-verdes no me gustan, pero discutir en el puro y casto significado de la palabra (Discutir: Defender dos o más personas opiniones o intereses opuestos en una conversación. Debatir, disputar.) es uno de mis jóbis.
Además, tengo que preguntarle si lo de la teoría esa de ver el sexo en todo lo que se sueña le hizo follar más. Porque si es así, yo me invento una. Así a voz de pronto, si alguien sueña que hace una tortilla de patatas, significa claramente que tiene unos deseos fervientes de practicar sexo. 



Para salir a tomar algo, me pido a Lenin. 

Que Lenin tenía que ser majo, el hombre. Y si ya de normal caía bien, me lo quiero imaginar con unas copas encima. Unas cañitas para calentar, se pasa los copazos, y de vez en cuando unos chupitos, que en los sitios de frío donde vivía él le daban al vodka. 
Y de paso le informo de que cuando tenga gato, se llamará Lenin. Que no creo que le importe, pero a mí con la sangre en alcohol tampoco me importará nada de lo que salga de mi boca. Si es que soy capaz de hablar.



Y para acabar:

Con Ernesto Guevara me voy a cenar... y lo que surja. Bueno, más bien lo que surja, lo de la cena es un mero trámite. Porque es que ese hombre... esa barba, ese tono de piel, esa mirada, esa sonrisa, esa voz grave y varonil, ese carácter... es que me temblequean las piernas del gusto.
Vamos, que ese hombre hace que se me disparen las hormonas, y ya si me lo imagino metiéndome de todo menos miedo*, es que se me nubla la vista.

* Expresión por la que doy las gracias a mi amiga Tienesuncigarro, que me tuvo riendo media hora. 



Así que ya sabéis, si alguien quiere regalarme algo por mi cumpleaños, que me reviva al Che y me lo traiga envueltito en papel de regalo, que yo ya lo desenvuelvo... y le quito todo lo que sobre. Y ya le doy uso, si eso.